La Ruta de la Plata o Vía de la Plata es un antiguo camino comercial que atraviesa el oeste de España de norte a sur y que va de Gijón a Sevilla.
La etimología del nombre «Ruta de la Plata» o «Vía de la Plata» no procede, como se suele creer, del transporte de mineral de plata por este camino, sino que parece provenir del latín «platea» (vía pública) o del griego «platys» (vía ancha). También la expresión árabe «balath» (camino empedrado) podría ser probablemente el origen de su nombre actual si tenemos en cuenta la evolución histórica de la Península.
Tiene un recorrido de más de 1000 km que une Gijón con Sevilla, pasando por Oviedo, Mieres, Pola de Lena, Villamanín, León, Astorga, Benavente, Zamora, Salamanca, Béjar, Plasencia, Cáceres, Mérida, Almendralejo, Zafra, y Santa Olalla del Cala, entre otros pueblos, y atraviesa paisajes asturianos, castellano-leonenses, extremeños y andaluces.
Posiblemente, tuvo su origen en época de los Tartesos. Con la invasión romana, en el 218 adC, esta vía adquirió especial relevancia, tras extender en su recorrido una calzada romana, facilitando el tránsito de mercancías y tropas entre el norte y el sur de la península.
Actualmente se usa con fines turísticos (destacando el turismo cultural por el enorme patrimonio artístico e histórico de sus pueblos y ciudades, algunas son Patrimonio de la Humanidad) y de ocio. La carretera nacional N-630 sigue el trazado de la Vía de la plata, casi con exactitud. La Vía se halla balizada como sendero de Gran Recorrido 100.